Cuando nos relacionamos e interactuamos en un grupo todas las reacciones que tenemos en nuestro día a día aparecen de nuevo. Nuestras inseguridades, miedos, fantasías y defensas afloran en los grupos de manera automática. Por esta razón, los grupos de terapia son tan efectivos, son una especie de laboratorio donde poder explorar todos estos automáticos que nos son familiares pero a la vez desconocidos.