Libro: Al este del edén
Muchas veces las grandes obras de la literatura describen el alma humana mejor que los tratados de psicología. Aquí tenemos un ejemplo:
» Así como unos cuantos golpes en la nariz hacen tímido a un cachorro, del mismo modo unos cuantos desaires inculcan la timidez en un niño. Pero mientras un cachorro suele apartarse con el rabo entre las piernas y expresión rastrera y adulona, o bien echarse patas arriba abyectamente, un niño puede ocultar su timidez con despreocupación, con bravatas o con el secreto. Y una vez que un niño ha sufrido algún desaire y se le ha rechazado, se sentirá siempre rechazado aunque en realidad no lo sea. O lo que es peor, él mismo creará ese sentimiento en las personas por el solo hecho de esperarlo».
Este es un fragmento de la novela de Steinbeck, «Al este del edén», que aprovechamos para recomendaros.
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