La intervención verbal en Musicoterapia

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Marco teórico Terapia Gestalt.
Trabajo presentado en el IV Congreso Nacional de Musicoterapia, del 12 al 14 de Octubre de 2012 en Madrid.

Resumen

La expresión musical canaliza lo más profundo de nuestro mundo interno. Pero cuando salimos de la sesión de Musicoterapia no nos comunicamos con los familiares o amigos a través de los instrumentos musicales. El lenguaje verbal nos sirve como puente entre nuestro universo emocional y el entorno que nos rodea en la vida diaria. De hecho, ocurre de manera natural que muchos pacientes hacen esa ”transición al mundo” al final de la sesión y ponen palabras a la experiencia sonora. Aparece una necesidad de nombrar los sentimientos, de organizarse internamente y tomar conciencia, de buscar recursos para ser comprendidos. Es fundamental que los musicoterapeutas tengamos herramientas para realizar una intervención verbal adecuada con los pacientes que así lo demandan, y en este artículo se presenta un a línea de trabajo dentro del marco teórico de la Terapia Gestalt.

La intervención verbal en Musicoterapia

Introducción

Para comprender este trabajo es interesante observar a los niños en la etapa en que empiezan a utilizar el lenguaje verbal para comunicarse. Van por la calle haciendo los ruidos de los coches, las motos y los perros, inundados por intensas emociones. Nuestra labor como adultos es acompasarles e ir poniendo nombre a las cosas, “si, es un coche, ¡te encanta verlo!”, “ha pasado una moto como la de papá, estás triste porque ahora él no está”, “¡qué perro tan grande, vaya susto te has dado!”, etc. De esta forma, no sólo les vamos dando recursos para nombrar la realidad que les rodea y las emociones que les genera, sino que esto también les ayuda a ordenar su mundo interno y a integrar su experiencia de forma consciente.

Del mismo modo que ocurre en las etapas preverbales, en una sesión de Musicoterapia la experiencia sonora es muy intensa y refleja estados internos de gran carga emocional. Una intervención verbal adecuada permite la integración desde los dos hemisferios cerebrales y proporciona una comprensión más profunda.

    ¿Por qué es importante la verbalización después de la sesión de Musicoterapia?

    1. Porque los pacientes de determinados colectivos lo demandan y nuestra labor es intervenir también verbalmente para facilitar la integración de los contenidos emocionales que han aparecido en la expresión sonora.
    2. Porque, en nuestra vida diaria, el código que habitualmente usamos para comunicarnos es el verbal y no el musical. Adquirir recursos verbales para identificar y expresar nuestro mundo interno es una base importantísima para la salud en el ámbito personal y en las relaciones con nuestro entorno.

    Objetivos de la verbalización en Musicoterapia

    Destacaremos tres objetivos principales:

    1. Ordenar nuestro mundo interno
      Crecemos en un mundo muy árido emocionalmente. Si lloramos, somos unos teatreros; si nos enfadamos, somos unos tiranos y unos manipuladores; si sabemos lo que queremos, somos caprichosos; y si estamos contentos, podemos rozar la hiperactividad. Al llegar a adultos, nuestro universo interno es verdaderamente caótico. No tenemos conciencia de lo que sentimos, y una buena verbalización está orientada a una reorganización interna en la que nuestras emociones vayan tomando su nombre y su lugar. Por ejemplo, una persona ha hecho una suave improvisación musical con la armónica y al terminar ha quedado cabizbaja y melancólica. Lo expresa diciendo “no se qué me pasa, hoy estoy tonta”. A esto podríamos simplemente responder “parece que estás triste”.
    2. Tomar conciencia de lo que nos ocurre
      Una vez nombrada la emoción, muchas cosas empiezan a cobrar sentido. El caos interno va desapareciendo y nos sentimos más ubicados. Siguiendo el ejemplo anterior, si esa persona reconoce en si misma la tristeza, podríamos ayudar a una toma de conciencia más completa con una intervención como “llevas así varias sesiones, es natural estar triste tras una ruptura de pareja”. De esta forma la emoción adquiere congruencia y esto proporciona una fuerte sensación de contención.
    3. Adquirir recursos para ir identificando y expresando esas emociones
      Tras varias sesiones, la paciente va incorporando esas herramientas tan valiosas para su vida. Cuando se siente triste no siempre puede ir con una armónica para que la gente de su entorno entienda su vivencia. En cambio, le resultará muy útil ir identificando cómo se manifiesta en ella la tristeza y poder expresarlo. Por ejemplo, “no, hoy no tengo ganas de salir, me levanté triste por la mañana, aún me acuerdo mucho de Luis”.

    Particularidad de la intervención verbal en el contexto musicoterapeutico

    La brevedad es el aspecto fundamental. Las intervenciones deben ser cortas para que no quiten impacto a la experiencia sonora recién vivida. En ningún momento podemos olvidar que nuestra herramienta es la música y todo lo que el lenguaje no verbal nos aporta. Poner palabras al final de una sesión es como la guinda en un pastel. Si lo llenamos de ellas resulta empalagoso, pero una situada en pleno centro equilibra y da un punto final redondo.

La intervención verbal en Musicoterapia

    Herramientas

    Inicié mi camino en la Terapia Gestalt en el año 1998, así que es mi herramienta básica en el trabajo verbal. Lo que más recursos proporciona para efectuar una intervención verbal adecuada es haber realizado previamente una terapia verbal en la que hemos nombrado, ordenado y tomado conciencia de nuestro propio mundo interno. Sólo si hemos recorrido ese camino podremos acompañar a otros en su experiencia. Si no, los sentimientos de nuestros pacientes se abrirán delante de nosotros sin que seamos capaces de reconocerlos.

    Una vez realizado ese trabajo personal, los recursos verbales que proporciona la Terapia Gestalt son innumerables. Para quienes deseen profundizar en los aspectos metodológicos de la Gestalt se aporta una bibliografía básica al final de este artículo. Ahora sólo destacaremos los siguientes recursos por su valor didáctico y por su afinidad con la Musicoterapia:

    Resonancia emocional

    Del mismo modo que la resonancia es un fenómeno acústico, en Gestalt se utiliza como fenómeno emocional. Si nuestro “instrumento” está afinado, es decir, si nuestras propias emociones circulan de forma sana y sin bloqueos significativos, seremos capaces de resonar frente a alguien que siente junto a nosotros. Esto nos permite identificar las emociones de nuestros pacientes aunque ellos no sean capaces de ponerles nombre.

    Por ejemplo, taras una sesión un paciente empieza a verbalizar analizando lo desafinada que estuvo la producción musical. Aunque en su discurso no hay ningún componente emocional, yo (musicoterapeuta) siento rabia al escucharle. Desde la resonancia emocional puedo intervenir diciendo “¿estás enfadado?, ¿te molestó que Laura no respondiera a tu diálogo musical?”.

    Devoluciones sin juicio ni interpretación

    Sacar conclusiones sobre lo que ha significado la experiencia del otro sólo suele servir para levantar resistencias y mecanismos de defensa. Hablar desde la resonancia emocional, desde el propio sentir, es un valioso recurso que hace de espejo al paciente y que la da una importantísima información sobre cómo recibe el entorno que le rodea la expresión de sus propias vivencias. Lo hacemos con nuestra producción musical como musicoterapeutas cuando acompañamos sin evaluar si los pacientes tocan bien o mal o si suena bonito o feo. Asimismo, nuestra intervención verbal ha de ser un “espejo” sin interpretaciones ni juicios.

    Por ejemplo, evitar devoluciones del tipo “anímate, hombre, que llorando te pones muy feo” o “no te enfades por esa tontería” y en cambio sería más acertado “parece que estás triste” (en el primer caso) o “te veo muy enfadado” (en el segundo).

    Conclusiones

    La verbalización al final de las sesiones de Musicoterapia se realiza porque los pacientes lo demandan. Como profesionales necesitamos recursos que nos permitan abordar este aspecto de nuestro trabajo y tener en cuenta que:

    1. La intervención verbal en Musicoterapia ha de ser breve para no quitar fuerza a lo que ha aflorado en la experiencia sonora.
    2. Debe ser como un espejo, sin juicios ni interpretaciones, un reflejo que ayude al paciente a darse cuenta de lo que siente y de cómo lo expresa.
    3. Ha de estar al servicio de proporcionar a nuestros pacientes recursos para identificar y expresar sus vivencias internas.

    La Terapia Gestalt aporta un buen marco teórico para abordar la verbalización en Musicoterapia. Pero es, sobre todo, nuestro proceso personal como pacientes en una terapia

    Verbal lo que nos prepara para acompañar a otros en su camino. Cuando hemos ordenado nuestro mundo emocional y adquirido recursos para expresarlo podremos identificar y nombrar los sentimientos de nuestros pacientes.

    Bibliografía

    Borja, G. (1995) «La locura lo cura». Vitoria. Ediciones La Llave.
    Naranjo, C. (1990) «La Vieja y Novísima Gestalt». Santiago de Chile. Cuatro Vientos.
    Peñarrubia, F. (2010) «Terapia Gestalt, la vía del vacío fértil». Madrid. Alianza Editorial.

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